La práctica de la fisioterapia respiratoria es diversa, principalmente por razones históricas. Los países anglosajones recurren fácilmente a una fisioterapia convencional que adoptan las espiraciones forzadas (rápidas), el drenaje postural, el clapping, que modifican o completan esta técnicas; a veces el complemento deviene el elemento esencial de eficacia, como es el caso para las PEP (presiones espiratorias positivas). En Europa latina continental, los países escandinavos y los países de América del Sur tienen tendencia a desmarcarse de estos métodos y privilegian las nuevas experiencias, tales como las técnicas de espiración e inspiración lentas hacia las cuales se afirma una adhesión creciente, ya que tienen el mérito de focalizar su acción muy distal en el árbol aéreo y que son claramente toleradas.
Nuestra reflexión se ha mostrado muy crítica con respecto a las técnicas convencionales que han demostrado sus límites y sus contraindicaciones. Los que nos ha preocupado especialmente es la transposición de estas técnicas convencionales, particularmente el DP al lactante. Además, como es natural, la fisioterapia de desobstrucción.
Las primeras publicaciones en fisioterapia respiratoria procedían de investigadores anglosajones cuyo objeto de estudios se centraba en los enfermos crónicos (bronconeumopatía obstructiva crónica-BCPO) y principalmente los pacientes afectados por la de mucoviscidosis. Sin embargo, dichos pacientes no constituyen más que la minoría dentro de las enfermedades obstructivas, patologías muy graves claro está, para las cuales la fisioterapia es un elemento esencial de supervivencia. Por otro lado, estas publicaciones, casi todas, son el resultado de estudios realizados en centros especializados concertados a los centros hospitalarios donde están censados estos niños. Limitar las indicaciones a estas únicas patologías no parece justificado.
Porque de lo contrario, qué sería del resto de los niños que no entran en esta categoría y que son legión: pensemos en la bronquiolitis, en la bronquitis, en el asma del niño muy pequeño, en las situaciones de obstrucción de las vías aéreas extratorácicas que sufren ocasionalmente todos los pequeños, en los estados de hipersecreción bronquial de etiologías diversas, patologías que constituyen cada vez menos motivos de ingresos en el hospital debido a la eficacia de los tratamientos practicados (entre otros la fisioterapia) en la familia. Es un beneficio, tanto para los pequeños pacientes como para el presupuesto de las familias y de... la sanidad pública. Actualmente este grupo de niños se escapa de los estudios. Sin embargo, sabemos que las bronconeumopatías agudas del niño pequeño son la fuente de deficiencias respiratorias en la adolescencia y el adulto. Afortunadamente en la Europa francófona la fisioterapia forma parte ya, si es que no es el elemento esencial del tratamiento médico de la bronquiolitis del lactante.
Estudios recientes han permitido conocer mejor las modalidades prácticas y las indicaciones de algunas técnicas; parece no obstante que ningún método es infalible, la panacea, el tratamiento ideal de la obstrucción bronquial. La variedad de las afecciones impone imperativamente que cada caso sea examinado de forma individual y un tratamiento adaptado. Esta es la razón del chequeo fisioterapéutico específico puesto a punto y divulgado por Guy Postiaux. Más allá de los estudios, subsiste pues el sentido común clínico del terapeuta. Al igual que la medicina, la fisioterapia es una ciencia que se aplica con arte.
La Conferencia del Consenso sobre la Bronquiolitis del Lactante (Paris-Fr, sept 2000) apuntaba en sus conclusiones la necesidad de una formación especialiada y permanente de los fisioterapeutas. La fisioterapia respiratoria del niño pequeño no es una acto anodino, y por lo tanto debería estar reservada a los fisioterapeutas debidamente formados en las técnicas de cuidados y a los métodos de evaluación clínica, principalmente en la auscultación pulmonar.
En efecto, si la obstrucción variable de las vías aéreas y la hiperinflamación son las secuelas de funcionales habitualmente observadas en las infecciones respiratorias pediátricas, la manifestación más común y la más precoz de las obstrucciones es la presencia de silbidos, tanto si el niño es o no asmático. A este respecto, el seguimiento de los parámetros de los ruidos adventicios constituye un medio de control inmediato de los efectos benéficos o bien adversos de las técnicas. El sentido clínico y una auscultación cuidadosa son la base indispensable de la elaboración de una conducta terapéutica lógica y potencialmente eficaz, teniendo en cuenta que la mayoría de los tratamientos se efectúan en el centro de la ciudad donde la responsabilidad ética y técnica del fisioterapeuta está frecuentemente comprometida.